Taxco tampoco se salva. Las bandas del crimen organizado protagonizan una lucha descarnada por el control de esta ciudad, por manejar la venta de droga y la extorsión.

Ante la sensación de peligro la gente se guardó en sus casas, los comercios bajaron las cortinas y los transportistas escondieron sus vehículos.

La esperanza de que Taxco, parte el Triángulo Dorado, se librara del dolor que padecen ciudades como Iguala y Acapulco, se esfumó. Las cosas están igual o peor. Lo que está en peligro es el quehacer turístico que anima la vida económica de esta espléndida comunidad.

Las autoridades del estado, como es la regla, fueron rebasadas. La gobernadora está a la espera de que las fuerzas federales saquen las castañas del fuego una vez más.

De nada sirve que en las mañaneras se exhiban gráficas presumiendo logros en materia de seguridad, si la cruda realidad es que la gente está encerrada en sus casas, con miedo. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.