A unos minutos de que empiece la final del campeonato, los abanderados y los auxiliares del VAR se amotinan contra el árbitro central y fuerzan su salida. Eso es más o menos lo que ocurrió ayer en el Tribunal Electoral. El pleno, incompleto porque el Senado no ha querido nombrar a dos magistrados, se dividió en tres que exigían la renuncia de su presidente contra dos que la rechazaban: el propio titular de la presidencia, Reyes Rodríguez Mondragón, y una magistrada. Ambos bandos denuncian presiones externas contra la vida interna del Tribunal. Los amotinados dicen que hay injerencia de la Suprema Corte y los otros acusan presiones desde Morena. Así está el órgano que debe calificar la elección presidencial de 2024 en menos de 6 meses. El Poder Judicial dando un espectáculo de caos, conjuras, intrigas y disputas. Si la intención era darle la razón al presidente López Obrador y sus constantes descalificaciones, parece que lo están logrando. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.