En el municipio de Medellín no hay transparencia ni rendición de cuentas, tan sólo el año pasado hay un presunto daño patrimonial por 85 millones de pesos: ¡85 millones de pesos! Vaya que se ha ido «cabezón» el alcalde y le ha metido mano al cajón el misógino Marcos Isleño Andrade. ¿Ratota o ratita?