Usted conoce a esta representante popular federal, pues nosotros tampoco y el electorado del distrito qué presume representar, menos. Los pobres habitantes de la demarcación qué ostenta, Octavo distrito electoral federal, no la han vuelto a ver desde que, con la mano extendida y su cara compungida, fue a mendingarles el voto buscando la reelección. Capricho qué finalmente vio coronado y que ahora le está permitiendo aparecer, como comparsa, entre los elegidos para coordinar eso que le llaman la 4T en Veracruz.
Donde sí la conocen, y muy bien, es en el puerto de Veracruz. Allí sí anda quedando bien la diputada federal, mientras al electorado del distrito que representa lo sigue ignorando. La parcela que la llevo a San Lázaro la tiene en el vil abandono, algo que ya no es novedad pues como dicen los campesinos de dicho distrito, «nunca nos ha visitado, ya vendrá de nuevo cuando necesite de nosotros».
Tello Espinoza, presume las carencias del municipio de Veracruz, con esa sagacidad mental que le caracteriza observa la paja en el ojo ajeno, pero, tristemente para miles de electores qué representa, no ve la viga en el propio.
Sus representados se sienten abandonados, esos pobladores que le dieron el voto, no tan solo una, sino dos veces, los tiene vilmente descuidados, le valen madre, así de sencillo.
Claudia Tello no le ha cumplido a los campesinos, a los jóvenes, a las amas de casa, a las madres solteras, a los discapacitados y al estudiantado de los municipios de Alto Lucero, Tepetlán, La Antigua, Emiliano Zapata, Jalcomulco, Puente Nacional, Totutla y Úrsulo Galván, entre otros. A esa pobre gente simplemente la ha ignorado, únicamente los utilizó para saciar sus ambiciones de poder y ahora, difícilmente la volverán a ver.
Lo cierto, es que Tello Espinoza no es otra cosa que candil de la calle y obscuridad del distrito qué dice representar.
Demarcación electoral qué le ha valido madre.
Claudia Tello Espinoza vino a rematar al electorado del distrito qué representa, ella les está clavando la puntilla.
Siguen igual, o peor, de olvidados, como en el pasado.
Provecho.
Viva la 4T.
Viva el valemadrismo de Claudia Tello.