Nos cuentan que ya empezaron los problemas para la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, la priista Marcela Guerra, con las bancadas de Morena y sus aliados. En la Comisión de Relaciones Exteriores, los legisladores oficialistas están muy enojados porque no los invitaron a la recepción del Cuerpo Diplomático Acreditado en México, que encabezó la diputada Guerra, el miércoles pasado. Tan enchilados están los morenistas que, aseguran, harán llegar un extrañamiento a la Mesa Directiva. Algunos miembros del PRI aseguran que el no invitar a los legisladores es solo el signo de los nuevos tiempos de la política, ya que hay casos como el de la ceremonia del Grito de Independencia, donde el presidente López Obrador decidió no convocar a doña Marcela. «Amor con amor se paga», podrían decir los priistas y asegurar que su fuerte no es la venganza. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.