Sin pena ni gloria fue la rueda de prensa que se efectuó ayer en conocido café del centro de Xalapa a favor del aspirante a ser candidato a la gubernatura de Morena, Sergio Gutiérrez Luna.
Cuando se esperaba que estuvieran «peces» gordos de la política y la función pública, al evento acudieron personajes que ya vivieron sus mejores épocas o que realmente no han aportado nada a Veracruz.
Por ejemplo, estuvo presente la tristemente célebre Michelle Servín, quien llegó a ser síndica de Xalapa gracias a la recomendación de su ¿expareja? sentimental de apodo ELMO, cargo donde solamente se benefició personalmente y no respaldó en nada a la capital veracruzana, puros escándalos.
También estaba ahí sentado Miguel Ángel Martínez, un sujeto que siente tener agarrado a Dios de los pelos y que cuando estuvo en el PRI sólo malos resultados dio, eso sin tomar en cuenta su paso lleno de irregularidades como director del Instituto Tecnológico de Xalapa, que, si se abriera una investigación, hasta en la cárcel terminaría.
El que encabezó la reunión fue un estirado que es regidor de Xalapa -ni del nombre nos acordamos- y que poco a poco ve que su «gallo» no levanta y se le escapa la Secretaría de Turismo o Desarrollo Económico-, se pueden reír.
Quizá lo más rescatable es el rector de la Universidad de Xalapa, Carlos García Méndez, un señor honorable que mejor debería entender que la época de Fidel Herrera ya fue y no retornará, que es mejor disfrutar la vida y atenderse las enfermedades.
Si con esos personajes el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna cree que se va apoderar de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación y luego ser candidato a la gubernatura de Veracruz, está “frito”, está “pelado”, no lo va a lograr.
Lo que no le dice el Checo a sus adeptos es que él está tirando a la Luna para alcanzar el cielo, pues no conseguirá su propósito, pero si obtendrá algún «hueso” con menos carne para su beneficio y los dejará colgados. Tan, tan.