Ricardo Monreal es un político curtido en mil batallas. Muchas ganadas y otras no. El zacatecano recurrió a su experiencia y resolvió bajarse de la competencia de Morena por la jefatura de Gobierno de la CDMX.

Sabe que el cambio del bastón de mando supone que otra persona tome decisiones de fondo, y defina, por ejemplo quienes tienen posibilidades reales de ser candidatos de Morena para la capital del país. En ese selecto grupo no está Monreal.

La ingenuidad en política es un pecado capital que no tiene perdón, como bien sabe el zacatecano.

Para la CDMX, la coordinadora nacional de defensa de la 4T ya tiene dos cartas, Clara Brugada y Omar García Harfuch, y se menciona el nombre de Mario Delgado para, con el visto bueno de Palacio, conformar una terna poderosa.

Monreal rehuyó incurrir en un segundo suicidio. Hizo bien. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.