La pregunta que se hacen los morenistas del estado de Morelos, que los hay y algunos con espolones, es por qué el presidente López Obrador permite que Cuauhtémoc Blanco y su chilanga banda hagan añicos el prestigio del partido ante el inminente inicio del periodo electoral.

En algún momento, la innegable popularidad del ex futbolista, explicó, sin justificar, desplazar a los cuadros de Morena que venían picando piedra desde hace años en la entidad, pero ya no. La popularidad hace mucho que no alcanza.

El saldo es lamentable e inocultable. Se ve mal y huele mal.

Lo que la gente de Morelos quiere es que Blanco y los suyos se regresen rápido a su patria chica, que es la Ciudad de México, y que los chilangos los padezcan, no ellos. |Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.