Hubo que ver varias veces la imagen antes de estar seguro de que no era un montaje. Ricardo Monreal y Martí Batres dándose un apretón de manos, sonrientes, con el zacatecano incluso poniendo la mano en la espalda del jefe de Gobierno de la CDMX, en un gesto de franca camaradería.

Uno habría pensado que esos dos se juntarían para pactar un duelo al amanecer en Chapultepec, con escopeta de dos cañones y a diez pasos de distancia, pero no. Los políticos pueden decir barbaridades unos de otros y después, si las circunstancias lo dictan, tomarse una foto y bromear como si nada, degustando unos bocadillos de sapo.

Ambos hablaron de la unidad al interior del Movimiento de Regeneración Nacional para explicar su encuentro. Y claro las especulaciones de que Monreal podría continuar su carrera política en la CDMX resurgieron.

A menos claro que de verdad Monreal y Batres lleven una bonita amistad y se juntaron para echar chisme de las corcholatas.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.