Y a quienes se vio ayer compartiendo espacio en el estadio AKRON fue a los gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro, y de Nuevo León, Samuel García, porque resulta que el primero es chiva de hueso colorado y el segundo es tigre. Y aunque son rivales en el futbol los hermana su pertenencia al partido Movimiento Ciudadano, que encabeza el senador Dante Delgado. Ya ambos políticos habían estado juntos en el partido de ida en Nuevo León, en el Volcán. El caso es que ayer el equipo neoleonés se terminó llevando el triunfo en una final trepidante. Alfaro ya sólo dio cuenta de que está muy triste, pero orgulloso de sus Chivas “en las buenas y en las malas”. Y del otro lado hubo más emoción, porque tras obtener su octavo campeonato, García ya anunció que va por un nuevo estadio para los de la Universidad Autónoma de Nuevo León.   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.