A la oposición le urge construir candidaturas creíbles rumbo al 2024.

Que los dirigentes nacionales de los partidos que conforman la alianza Va por México no lo hayan hecho manda la señal de que ellos, los actuales dirigentes, pretenden ser candidatos.

Esa sería la razón, se dice en corto, por la que no alientan el crecimiento de sus potenciales rivales. No hay método, ni reglas, ni acciones de promoción política, como si no tuviera importancia el hecho de que Morena y sus corcholatas acaparen por completo el escenario político.

No hay ideas y las pocas que trascienden parecen diseñadas por el enemigo. Como esa de poner a los aspirantes a recolectar cientos de miles de firmas, acaso un millón, antes incluso de ayudarlos a crecer para que la gente de todo el país los conozca y firme a su favor. Ponen la carreta antes de los caballos.

Conseguir un millón de firmas cuesta mucho dinero, de modo que el aspirante que tenga recursos propios o maneje el presupuesto partidista o reciba dinero de grupos de poder, legales o fuera de la ley, tiene más oportunidades de conseguirlas.

Alguien debería recordar que las firmas no equivalen a votos.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.