Al exgobernador de Baja California, Jaime Bonilla, le es más fácil hablar porque, ya estando fuera de Morena, no pueden “sugerirle” silencio en torno a su sucesora. Una vez dado el brinco al PT lo puede hacer y lo hizo. Incómodo como siempre fue, ahora el Partido del Trabajo no se ha enterado del alacrán que recibió en sus filas. Para contrarrestar las acusaciones recurrentes de Bonilla a la administración de Marina del Pilar Ávila se difunde una canción dedicada al exmandatario y que lleva por nombre Ya supérame, de Grupo Firme. Lo grave del asunto es que, después de que lo expulsaron de Morena, Bonilla no ha dejado de difundir su desdén hacia el partido que lo acogió. La traición en materia política es el peor de los perfiles. A él le vale, aunque pierda simpatías. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.
Rencores
