EL HERALDO DE MÉXICO
Este lunes 8 de mayo el mundo de la tauromaquia se viste de luto, tras darse a conocer la muerte del torero mexicano Rafael Ortega, conocido popularmente como «El Señor de los Tres Tercios». Los primeros reportes indican que no logró reponerse de la inflamación del cerebro generada por un paro cardiorrespiratorio al intentar nadar. El hombre originario de Tlaxcala fue hospitalizado hace 5 días en un hospital particular de UTAH, Estados Unidos.
En redes sociales amigos y familiares han comenzado a compartir diversas publicaciones con palabras de despedida. El torero mexicano fue decretado con muerte cerebral tras haberle drenado el agua de sus órganos vitales, pero el cerebro no respondió a los tratamientos.
Anteriormente, El Diario de Tlaxcala, informó que Rafael Ortega acudió a la Unión Americana para llevar a sus hijos a participar en un triatlón. Al momento de disponerse a nadar, el torero sufrió un infarto, sitiación por la que fue intubado y reportado como grave.
Luego de que se diera a conocer la noticia sobre su hospitalización, amigos y fanáticos convocaron a cadenas de oración en solidaridad con su familia. Los trámites para traer su cuerpo a tierras mexicanas han sido encabezados por su esposa y hasta el momento se desconoce si tendrá una despedida pública o será en una ceremonia privada.
Joselito hospitalizado
El pasado 2 de mayo, durante las celebraciones de la Feria de San Marcos, en Aguascalientes, se informó que los toreros Arturo Macías López y José Guadalupe Adame sufrieron graves cornadas. Pese a las brutales imágenes que circularon en redes sociales sobre el momento, se detalló que ambos hombres se encuentran fuera de peligro.
Macías sufrió una cornada en la axila derecha que le desgarró los músculos de esa parte del cuerpo, por lo que fue internado de emergencia en el Hospital Mac Sur. Por su parte, «Joselito» sufrió una cornada en la parte superior del muslo izquierdo que no ha ocasionado daños graves.
Las imágenes y videos del momento fueron virales de una manera inmediata. La embestida del toro lanzó al menos 3 metros por encima del suelo. Al caer, el torero quedó inconsciente y a merced del animal, que arremetió contra él dos veces más antes de que llegaran los banderilleros.
