El mediocre dirigente del PRI estatal, sí, el pillo de Marlon Ramírez Marín anda pensando en las elecciones del 2024, cuando gracias a su gris gestión el instituto rojillo agoniza, y es tan bruto, perdón, «abusado», que anda realizando giras de trabajo cuando ya va a entregar el partido en ruinas. ¡Aguas con este vividor del erario público!