Nuevo León ya no quiere cohabitar con la refinería que Pemex tiene en Cadereyta. El pleito ha subido de tono al grado de que allá en Nuevo León se cruzan apuestas de cuándo se procederá a la clausura.
La Secretaría de Medio Ambiente local ya tiene lista la documentación y solo espera que el gobernador les dé luz verde.
No es una decisión sencilla. Aunque Samuel tiene respaldo popular, el gobierno federal no se quedaría con los brazos cruzados e impedirá la clausura. No vaya a ser que el mal ejemplo cunda y otras poblaciones pretendan cerrar instalaciones de Pemex.
La de Cadereyta es una refinería añosa, con tecnología de los años 70 del siglo pasado. Es de la época del presidente López Portillo pero todavía tiene un papel importante en la refinación de gasolina. Su principal cliente son las gasolineras instaladas en Nuevo León, por lo que los automovilistas locales pudieran encarar el desabasto.
Samuel tiene que cuidar que el remedio no le cause más daño que la enfermedad. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.