Vaya que el destino da sorpresas, pues si alguien cuestionó a los enlaces de Comunicación Social de las dependencias y organismos oficiales era Norma Trujillo Báez, de flojos, malísimos redactores, burócratas y vendidos no los bajaba.

Sin embargo, eso era cuando la doña andaba vociferando contra las autoridades, escribía sus enciclopedias para un impreso y se plantaba con cartulinas en Plaza Lerdo, pero qué cosas tiene la vida, ahora que ya es la titular de Comunicación Social de la Universidad Veracruzana la funcionaria no contesta a reporteros, no teclea ni una coma y no da a conocer la postura oficial de la Máxima Casa de Estudios.

La doña se encierra en su oficina, no revisa sus mensajes de WhatsApp y tampoco checa los correos electrónicos, de comunicados sobre la conjura de la huelga, de eso mejor ni hablamos, «ahí los burócratas sacan la chamba», diría la «flamante» directora de CS de la UV.

Pero bueno, ya se dio cuenta que no es lo mismo ver los toros desde la barrera y todo aquello que rechazaba, ahora lo está haciendo, claro, porque vivir fuera del presupuesto es un error -expresarían los dinosaurios priistas- y ella muestra que más rápido cae un hablador que un cojo, porque, así como que aporte demasiado al trabajo del rector Martín Aguilar Sánchez no se ve.

Mucho menos a la difusión de todas las actividades del Alma Máter. Por cierto: ¿Norma Trujillo ya sabrá que se conjuró la huelga en la UV? Con esos colaboradores, para que quiere enemigos el pusilánime doctor que es su jefe.