Sobra recordar como andamos en cuestiones de infraestructura hospitalaria en el país, lo anterior sin mencionar la escases de medicamentos y material básico para curaciones. 

Por eso la llegada de los galenos oriundos de la isla ha venido a levantar demasiada polémica, a grado tal que ya en repetidas ocasiones los profesionales de la medicina en nuestro país han alzado la voz mostrando sus, legitimas, inconformidades. 

Le cuento. 

La contratación de 500 médicos de la isla por la supuesta falta de galenos en nuestro país es el pretexto, es un verdadera succionada del dueño de “La Chingada”. 

Por supuesto que lo anterior nada bien le cayó a los galenos mexicanos, por eso decenas de asociaciones médicas, colegios médicos y demás discípulos de Hipócrates no tardaron, pero nadita en oponerse vigorosamente. 

La censura fue total. 

Estos profesionales son mal pagados, son ignorados en temas que los beneficien, cuando muy al contrario ellos, la inmensa mayoría, dejan la vida en los quirófanos, en los consultorios, en las salas y hasta en los pasillos por atender al paciente, al enfermo, aun cuando el salario que reciben es ínfimo, nada comparado con lo que gana los turistas, legislativos, de San Lázaro o de la cámara de senadores. 

Por supuesto que en tierras mexicanas hay galenos con extensa capacidad muy bien acreditada por los organismos respectivos. 

Muchos de ellos, aun exponiendo su integridad física, se empeñan a cumplir con el juramento, dejan todo por sacar adelante a su paciente, a ese ser que aun cuando ni lo conocen lo tratan con apego y prudencia, dejan todo por recuperarle la salud. 

Claro que sí. 

Ya con esta es la segunda ocasión en que los médicos mexicanos sufren una afrenta, pues recordemos que, precisamente hace dos años arribaron a tierras mexicanas, y veracruzanas también, 580 médicos cubanos, acción que provocó un gasto cercano a los seis millones de dólares para la administración del tabasqueño. 

Y aterrizando en tierras veracruzanas tiene rato que los nosocomios están para llorar, padecen de todo. 

No hay personal médico, no se cuenta con insumos para atender lo más básico, la carencia de personal de enfermería es una realidad, no existen especialistas, no hay camas disponibles, la insuficiencia de galenos especialistas es total y bastante generalizada.

Por cierto, lo que no se vale es que los malquerientes del Dr. Besitos, el ex titular de Salud, anden contando que al neumólogo pediatra lo corrieron por intentar agandallarse media docena de galenos para su consumo personal, insistimos, no se vale. 

Provecho.