Rasgo distintivo de las campañas fue la decisión de enviar los fines de semana a los presidenciables a apoyar a los candidatos de Morena.

Fue una estrategia eficaz para que Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López se dejaran ver en localidades donde casi nadie los conoce. Es parte de la adelantadísima campaña presidencial planteada por López Obrador.

En algunas ocasiones incluso coincidieron, como la jefa de Gobierno y el secretario de Gobernación en Gómez Palacio, clave para la elección de Durango, lo que revela en qué entidades el gobierno federal está poniendo toda la carne en el asador.

También le tocó su placeada al senador Ricardo Monreal a quien le fue muy bien en Quintana Roo.

Nadie sabe si esta placeada ayudará a los candidatos a recibir más votos, pero lo seguro es que a los presidenciables sí les sirve para salir en la prensa local, para que los conozcan.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.