La llamada Cumbre de las Américas se ha convertido en un culebrón de política internacional. El mérito corresponde al presidente mexicano quien puso en jaque a la administración Biden al decir que él no asistiría si no se invita también a Venezuela, Nicaragua y Cuba, países de EUA considera dictaduras.

Tal parece que la Casa Blanca no aguardaba el golpe. Desde que lo recibió parece desconcertada. Hay días que da señales de recular, otros de que seguirá adelante como sin nada y otros más en lo que toma decisiones desconcertantes, como esa de invitar a España que, hasta donde se sabe, está en Europa. La invitación es una advertencia para México de que EU busca un liderazgo distinto.

Es cierto que muchos de los países del hemisferio comparten un origen hispano, pero no Estados Unidos o Canadá, porque entonces habría que invitar a Reino Unido, Francia y Portugal, por lo menos.

La Cumbre amaga con descarrilarse. El presidente mexicano puede ganar este juego, pero la revancha estadounidense será contundente.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.