La visita de trabajo del ministro Arturo Zaldívar a la cárcel femenina de Santa Martha Acatitla puede dar un vuelco al sistema penal mexicano.

Zaldívar es presidente de la Suprema Corte de modo que tiene capacidad para echar a andar los cambios que se necesitan de manera urgente, ya que no existe la reclusión con perspectiva de género.

Entre los problemas está el de la prisión preventiva oficiosa que tiene en la cárcel a muchas personas inocentes.

Muchas de las reclusas no están sentenciadas y tienen años detenidas. Se multiplican los casos de mujeres que dan a luz detenidas y después tienen que separarse de sus hijos.

A la reunión con Zaldívar acudieron más de 200 reclusas. El clamor más reiterado fue desaparecer los procesos interminables. Si la justicia no es expedita, no es justicia.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.