* El Submarino Amarillo sorprendió en el primer tiempo empatando el global; sin embargo en el complemento los Reds sellaron el boleto a París

MARCA

El Liverpool selló el boleto a París. En un partido con dos guiones, los Reds frenaron un heroico primer tiempo del Villarreal y terminaron imponiéndose 2-3 en su visita a La Cerámica, en la vuelta de las semifinales de la UEFA Champions League. El Submarino Amarillo ilusionó a sus aficionados al igualar el marcador global en solo 45 minutos; sin embargo en el complemento el conjunto inglés dio vuelta y aseguró su presencia en el Stade de France el próximo 28 de mayo.

Si bien el marcador global final podría confundirnos, el trámite de la eliminatoria llenó de sufrimiento al conjunto inglés. Prueba de ello es que apenas al minuto 3 el cuadro español se adelantó desde los pies de Boulaye Dia. El internacional por Senegal aprovechó un mal tiro de Étienne Capoue para abrir el marcador, en una acción que nació desde la izquierda con un centro de Pervis Estupiñán.

Poco a poco el cuadro de Unai Emery se adueñó de las acciones. Al minuto 11 Dani Parejo metió un zurdazo que pasó cerca del marco y al 15 Gerard Moreno remató de cabeza ante la aparición oportuna de Andrew Robertson. Tres antes respondió la visita con un tiro al travesaño por parte de Thiago, luego de un error en la salida de Dani Parejo.

Pasada la media hora de juego el Villarreal metió el acelerador hasta el fondo. Al 37′ Moreno metió un pase filtrado para Giovani Lo Celso, quien escapó en mano a mano ante Alisson. El argentino intentó driblar al portero brasileño, que tapó la oportunidad ante los reclamos de penalti por parte de los aficionados.

A cinco minutos de finalizar la primera parte los de Castellón metieron un golpe de autoridad que hizo soñar con la heroica. Nuevamente apareció Capoue por la derecha, recortando a Robertson y metiendo un servicio a segundo palo. Allí se levantó Coquelin, quien la mandó a guardar de cabeza tras anticipar a Alexander-Arnold. El global estaba empatado al descanso.

Luis Díaz, el revulsivo que necesitaba el Liverpool

El complemento fue otro partido, en parte gracias al ingreso de Luis Díaz y la salida de Diogo Jota. El colombiano fue clave en el despertar inglés, que encontró cansancio en el rival.

Al minuto 54 Alexander-Arnold impactó el travesaño después de un desvío de Coquelin y dos más tarde Díaz desperdició un centro de Mané con una media tijera que se fue por encima de la cabaña española.

Tan solo seis después el Liverpool rearmó las maletas a París. Al 62′ Fabinho devolvió la ventaja en el global con un derechazo que se coló entre las piernas de Gerónimo Rulli. El brasileño recibió de Mohamed Salah y amagó con meter la diagonal; sin embargo terminó disparando al arco para encontrar las redes.

Aquel fue el primer aviso de lo que faltaba. Cuatro más tarde Díaz le pegó de derecha al poste después de un desvío de Raúl Albiol y sesenta segundos después el propio colombiano desahogó el grito de gol con un cabezazo que también se metió entre las piernas de Rulli. El servicio de Alexander-Arnold dejó solo al cafetero, que marcó su cuarto gol en la actual Champions.

El momento anímico del Liverpool volvió a pegar al 74′ frente a un Villarreal volcado al frente, desdibujado y regalando superioridad en la contra. Los Reds encontraron el tercero en una jugada a velocidad, donde Sadio Mané le ganó la dividida a Rulli y después dejó en el suelo a Juan Foyth para marcar de izquierda con la portería vacía.

Sobre el final Capoue vio la roja (86′) por doble amarilla, la segunda producto de una falta sobre Curtis Jones. La Cerámica aplaudió al francés y al resto del equipo, que hicieron soñar con una heroica en La Cerámica.

El Liverpool disputará la décima final de Champions League en su historia, primera desde la temporada 2018-19. En total son seis títulos (1976-77, 1977-78, 1980-81, 1983-84, 2004-05, 2018-19) y tres subcampeonatos (1984-85, 2006-07, 2017-18) para los Reds.

Su rival saldrá de la serie a definirse este miércoles 4 de mayo entre el Real Madrid y el Manchester City. El cuadro inglés tiene ventaja mínima en el global.