Quien alzó la voz para condenar la ola de violencia de género que se ha registrado en el país en las últimas semanas, fue la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú. Y lo hizo precisamente en Morelos, la entidad que va a la cabeza en todos los indicadores sobre este fenómeno, en especial en tasa de desaparecidas y de feminicidios. La activista guatemalteca acudió el pasado martes a Cuernavaca a recibir la declaración de Ciudadana Distinguida y las llaves de la ciudad. Pero Rigoberta no desaprovechó la oportunidad de pronunciarse en contra de la violencia contra las mujeres. Nos cuentan que su discurso, en el que pidió mayor rigor para castigar a los agresores de género y mejores acciones de prevención, se escuchó muy fuerte en el Palacio de Gobierno, desde donde, nos comentan, se han negado los recursos para enfrentar los agravios en contra de las morelenses. Rigoberta se fue a meter a la cancha del Cuau y le metió gol.   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.