A veces parece que no puede ser peor la situación de los vuelos de Aeroméxico, pero la aerolínea se encarga de dar a sus pasajeros golpes de realidad. Dabamos cuenta ayer en este espacio que el vuelo 2410 de México a Tampico del día jueves había tenido dos horas de retraso, una por mal tiempo, de la que no se le puede responsabilizar a la empresa, pero la otra porque la tripulación simple y sencillamente llegó hora y media tarde. Bueno, pues resulta que en el mismo vuelo, de ayer, pasó exactamente lo mismo otra vez, y a los pasajeros los hicieron ver de nuevo su suerte. No es que no le estén echando ganas en la aerolínea que encabeza Andrés Conesa, el problema es que parecen estarlo haciendo para subir en la escala del desprestigio, nos comentan.   |   Se lee en “Rozones” de La Razón.