Vueltas que da la vida. Hace apenas unas semanas, Adán Augusto López y Santiago Creel hacían alarde de civilidad al tomarse la foto en el Palacio de Cobián, mientras preparaban mesas de diálogo entre el gobierno y el principal partido de oposición.

Las circunstancias cambiaron. Ambos personajes, el secretario de Gobernación y el diputado panista, ya se pusieron en modo pelea y dejaron lo del diálogo para otro sexenio.

Adán Augusto, que tuvo un fin de semana tormentoso, dijo que los consejeros del INE se irán “con la cola entre las patas”, esa figura usó, y Creel respondió diciendo que no permitirán que la 4T destruya las instituciones nacionales.

La lógica de la competencia descarnada se impone. Los dialoguistas se transformaron en duelistas. Saldrá adelante el último que siga en pie. El lema es codazos, no abrazos.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.