MILENIO

La opinión avalada por Morena, PVEM y PT señala que la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador eleva a rango constitucional la transición hacia energías limpias y se alinea con los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

No obstante, legisladores del PAN, PRI, PRD y MC rechazaron el dictamen y anticiparon su voto contra la reforma constitucional, que la mayoría parlamentaria prevé llevar a discusión en el pleno en plena Semana Santa.

Al fijar la posición de Morena, el diputado Héctor Armando Cabada sostuvo que la reforma se vincula directamente con el objetivo sobre generación de energía no contaminante y, entre sus metas, destacan las de garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables y modernos con la incorporación de medidas políticas, estratégicas y planes nacionales relativas al cambio climático.

“El gobierno de la Cuarta Transformación tiene el compromiso de realizar acciones para revertir los impactos del cambio climático, utilizando en mayor porcentaje las fuentes de energía limpias y renovables con fortalecimiento de la transición energética soberana elevada a rango constitucional”, dijo.

​En contraste, el legislador panista Gustavo Macías advirtió que la iniciativa no garantiza el uso de energías limpias ni la libre competencia en el sector eléctrico, por lo que, además de violar tratados internacionales, atenta contra el futuro ambiental del país.

A su vez, la legisladora priista Melissa Vargas sostuvo que la iniciativa del Presidente impide la transición energética que requiere el país, pone en riesgo las nuevas inversiones y las actuales, que están operando en el tema de energía limpia, solar y eólica, dando lugar a privilegiar la energía sucia.