Por si algo nos faltara para abonar al clima de polarización que se vive en el país, dos organismos autónomos se enfrascaron en un pleito. La manzana de la discordia es información relacionada con el caso Colosio. En las últimas semanas, la CNDH ha sostenido que Mario Aburto, el asesino confeso del excandidato presidencial del PRI, sufrió tortura. Pero se niega a hacer pública la información en la que se basó para llegar a tal conclusión. El Inai por su parte, como garante de la transparencia, está obligado a agotar todos los recursos legales a su alcance para que la información se transparente. Nos cuentan que no tendrían por qué caldearse los ánimos, pues bastaría con que ambos organismos se atuvieran a los procedimientos institucionales, sin importar que el litigio llegue al Poder Judicial. Pero en lugar de eso, la CNDH prefirió ir al choque público, y pues, le contestaron.   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.