* La selección de las barras y las estrellas echó al tri en los octavos de final: 2-0

 

MARCA

El 17 de junio del 2002 está guardado en la historia de la selección mexicana como el día más negro en los enfrentamientos contra los Estados Unidos. En dicha fecha, el equipo de las barras y las estrellas eliminó a los verdes del Mundial de Corea-Japón 2022 en los octavos de final. En lo deportivo, fue una tragedia nacional.

Aquella tarde en Jeonju, Corea del Sur, México soñaba con el quinto partido, el cual veía factible al tener enfrente a un viejo conocido, al que sentía ‘inferior’ y a modo para lograr el pase a los cuartos de final. Sin embargo, la historia fue completamente opuesta y el tricolor pasó de la ilusión a la decepción en 90 minutos.

Tras firmar una fase de grupos prácticamente perfecta, con victorias sobre Croacia y Ecuador, y un vibrante empate a un gol con la poderosa Italia, el panorama lucía esplendoroso para alcanzar el ansiado quinto partido al mando de Javier Aguirre.

Con el arranque del juego llegó muy pronto el golpe de realidad, pues al minuto 8, los Estados Unidos ya ganaban el duelo 1-0 con anotación de Brian McBride, quien dejó sin oportunidad a Óscar ‘Conejo’ Pérez con un contundente derechazo.

El tri intentó reaccionar, pero se quedó muy lejos de conseguirlo. El ingreso de Luis Hernández no cambió el panorama y al minuto 65, Landon Donovan sentenció el juego con un cabezazo mortal que representó el 2-0.

Sí, ahí nació el «Dos a cero» que tanto presumieron los estadounidenses años después y que repitieron una y otra vez en los siguientes compromisos importantes entre ambas selecciones, con una paternidad que abarcó casi 20 años, con ese mismo resultado.

Y es que el Capitán América apareció en el momento crucial para darle la puntilla a la selección mexicana y conseguir el boleto a los cuartos de final para los Estados Unidos.

Ni Jesús ‘Cabrito’ Arellano, Jared Borgetti o Cuauhtémoc Blanco pudieron aportar algo a la ofensiva, complicándose aún más el panorama con la expulsión de Rafael Márquez, quien, entre su frustración y enojo, golpeó a Cobi Jones arteramente.

Así, terminó por escribirse la historia de este oscuro capítulo, el cual está ahí, en la memoria de los aficionados y en las páginas del balompié como una de las tragedias deportivas más terribles que protagonizó la selección mexicana y seguramente también, una de las más dolorosas.