Con la novedad de que el saliente obispo de la diócesis de Chilpancigo-Chilapa, Salvador Rangel, lanzó ayer una advertencia que, comentan entre su feligresía, esta vez no debería de pasar desapercibida, pues versa sobre los ajustes que se pretende hacer a la Constitución de Guerrero, para reconocer a las policías comunitarias y rurales. “Nos van a gobernar los narcos, no los políticos, al aprobar estas leyes así. Sería aprobar de manera oficial que entrara el narcotráfico en la política y en la vida social de la gente”, señaló ayer el prelado, quien en breve se jubilará, llevándose consigo, según ha dicho, el importante “logro” de poder dialogar precisamente con las cabezas del narco. Así que si alguien tiene información de primera mano sobre el asunto es Rangel Mendoza. Uf. | Se lee en “Rozones” de La Razón.