En Michoacán las cosas siempre se pueden poner peor.

Cualquiera hubiera pensando que, con una nueva masacre, ahora en la localidad de San Juan Parangaricutiro, la cuota de sangre del día de ayer estaba cubierta, pero no.

Horas después, el gobernador Ramírez Bedolla tuvo que informar de la ejecución del alcalde de Aguililla, César Arturo Valencia, del Partido Verde Ecologista de México.

Hace justo un mes las fuerzas armadas emprendieron en Aguililla uno de los operativos más ambiciosos de lo que va del sexenio. Elementos del Ejército y de la Guardia Nacional entraron a la población con el objetivo, se dijo, de fortalecer el Estado de Derecho.

La idea era romper el cerco que el CJNG había impuesto a la comunidad y permitir que sus habitantes llevaran, al menos por un tiempo, una vida normal. El efecto positivo habría de sentirse en otros municipios de Tierra Caliente.

La ejecución del alcalde, a plena luz del día, muestra lo mucho que falta por hacer en Aguililla. Se externaron ya las ofertas de cajón de que se investigará a fondo. Ya se verá.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.