Resulta que el fiscal general de Justicia de Zacatecas, Francisco José Murillo, se tardó casi cinco días para dar la cara y ofrecer alguna información sobre el asesinato de cuatro jóvenes universitarios y la desaparición de una más, en un suceso que sigue conmocionando a la sociedad zacatecana por el hecho de que el crimen esté alcanzando de una forma terrible a la juventud. Tuvo que llevarse a cabo una jornada de protesta en las calles y en las redes sociales para que el funcionario se decidiera a difundir un breve mensaje por video en el que aportó, con parquedad, algunos datos de las investigaciones. Era inconcebible, nos comentan, el silencio de las autoridades de esa entidad sobre un hecho ante el que los zacatecanos no han tenido una expresión ni de acompañamiento ni de compromiso de que no habrá impunidad. El fiscal, pues, por fin dijo algo, pero quien se mantiene en el silencio es el gobernador David Monreal. Uf.   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.