Está en curso, en México y Estados Unidos, una batalla legal para cambiar el modelo de negocios de las armerías norteamericanas.

El modelo seguido hasta ahora ha generado un baño de sangre en ambos lados de las fronteras. No hay regulación ni seguimiento. Constituyen un abastecimiento seguro y sencillo para las bandas del crimen organizado.

Las reglas del juego están cambiando. Remington tendrá que pagar una millonaria compensación a familiares de las víctimas de una matanza de la escuela Sandy Hook de Connecticut y México tiene un litigio en una corte de Massachusetts que ha llamado la atención incluso de la Casa Blanca.

De acuerdo con la nota en Crónica de Daniel Blancas, 700 mil armas de las empresas demandas por el gobierno mexicano entran cada año al país, con lo que el poder de fuego de los criminales se multiplica.

Se tendrá que recorrer un largo camino, pero el primer paso ya se dio, el de la demanda, y está dando resultados.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.