Como ha pasado en otras ocasiones, nos hacen ver, la empresaria y diputada morenista, Patricia Armendáriz, hizo un posicionamiento público del que después se arrepintió. ¿Y ahora cuál? Ah, pues resulta que la legisladora consideró que por la “función crítica” que realizan, todos los periodistas deberían dar a conocer sus ingresos y la fuente de los mismos. De inmediato le hicieron notar que no se puede considerar a los periodistas como sujetos obligados de transparencia, porque los salarios que éstos reciben no provienen de recursos públicos, sino centralmente de privados. También hubo quien le hizo notar que, si de empezar a revisar ingresos, debería de empezar ella misma. El caso es que al final retiró su petición y ofreció una disculpa a todos los periodistas que “son verdaderos apóstoles de la información que no merecen mi comentario de sugerir pedirles info sobre sus ingresos”.   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.