MILENIO

Ciudad de México, 10 de febrero del 2022.- El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no habló sobre una posible ruptura en las relaciones con el gobierno de España, sino de una pausa en éstas para serenarlas y por el bien de los pueblos de ambas naciones.

En La Mañanera, el mandatario descartó que exista xenofobia contra los españoles, sino que se trata de una situación de respeto entre los pueblos y manejo político. Además, criticó que sus opositores “se rasgan las vestiduras” por sus declaraciones.

“Lo que dije ayer es ‘vamos, por el bien de nuestros pueblos, a tener una pausa’. No hablé de ruptura, no, dije ‘vamos a serenar la relación, que ya no se esté pensando de que se va a saquear a México impunemente, ya eso pasó, es una falta de respeto, deberían ofrecer hasta disculpa’, no lo han hecho no importa, pero vamos a entrar a una etapa nueva”, comentó.

Añadió que se trata de una protesta respetuosa y fraterna por los abusos cometidos contra el pueblo mexicano. En este sentido, aseguró que este posicionamiento no afectará las relaciones comerciales con España ni el trabajo de Quirino Ordaz como embajador en ese país.

López Obrador insistió en que hay respeto y relaciones íntimas entre ambos países, pero en los últimos tiempos, especialmente durante el periodo neoliberal, empresas españolas, impulsadas por el influyentismo, abusaron de México y de su población; “nos vieron como tierra de conquista, eso fue lo que dije ayer, al grado que en cada sexenio había una empresa favorita”.

“No solo es que trabajen los altos funcionarios con estas empresas sino lo que nos cuesta este tipo de relación. Estamos hablando de subsidios, dinero del presupuesto que es de todos los mexicanos que, en vez de usarse para sacar de la pobreza al pueblo, se usaba para favorecer a estas empresas”, criticó.

El jefe del Ejecutivo federal explicó que la pausa que propuso tiene el fin de que los empresarios extranjeros en México no se sientan los dueños del país. “No hay ninguna ruptura, si hace falta aclararlo. (…) No alcanzan a internalizar que esto ya es distinto, hay que estarles avisando y esto nos pasa con frecuencia. Tenemos que estarles diciendo ya no es el tiempo en que venían y no hacían ningún trámite, se les ponían los funcionarios de tapete”, reiteró.

“Iberdrola fue tratada con privilegios que nos afectaron, cuando vino el presidente del consejo de esta empresa y hablamos. Él no entendiendo de que ya son otros tiempos me insistía en que todo lo que hacían era legal, pues sí porque llevaron a la práctica una política caracterizada por el influyentismo