Nos cuentan que uno de los argumentos más equilibrados de la discusión que tuvo lugar en la Corte sobre si se debía o no ajustar la pregunta de la consulta de revocación de mandato fue el de la ministra Margarita Ríos-Farjat. Esta última apoyaba la idea de que la pregunta sólo se refiriera a la revocación de mandato. En este tipo de ejercicios de democracia directa, señaló, “es necesario evitar preguntas o cuestiones que pudieran generar distorsiones en su finalidad. La revocación de mandato, en teoría, va encaminada a que participen quienes no desean que el gobernante permanezca en el cargo”. También acotó que hay experiencia internacional en la materia, aunque “estoy clara que nuestro país tiene su propia trayectoria política y constitucional y va generando sus propias formas…”. Por cierto que al final se mantuvo la pregunta tal y como está, es decir, incluyendo el elemento ratificatorio, porque no se sumaron los ocho votos requeridos en este caso para invalidarla y ajustarla.   |  Se lee en “Rozones” de La Razón.