El gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, sostuvo un largo pleito con el alcalde de Cuernavaca. Está peleado a muerte con el Fiscal del Estado, y ahora acaba de promover una controversia constitucional en contra del Congreso local. ¿Qué puede salir mal?

El estado atraviesa por una crisis de gobernabilidad y el gobierno federal está pasmado.

Ya se tomó demasiado tiempo para intervenir. La pregunta es si no será demasiado tarde para enderezar las ramas torcidas de la buganvilia morelense.

En el pasado el presidente López Obrador estuvo dispuesto a gastar capital político en salvar el pellejo de Cuauhtémoc, pero como el ex futbolista entregó malas cuentas en las elecciones de junio, tal parece que lo ha dejado a su suerte.

El gobierno federal debe asumir que lo importante no es la suerte personal de Blanco, sino reencarrilar al estado.  |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.