Cuatro periodistas ejecutados durante el mes de enero.

Los responsables siguen en la calle, como si nada, porque son crímenes que, por regla, quedan impunes.

El ataque de ayer fue en Zitácuaro, Michoacán. La víctima, Roberto Toledo, había recibido amenazas. Lo fueron a buscar hasta la cochera de su oficina.

Siguieron, por parte de la autoridad, las palabras de cajón y las ofertas de una investigación a fondo, que casi nunca pasa de la superficie.

Se esperan nuevas movilizaciones de protesta de sus colegas en todo el país y nuevas exigencias de que, al menos por una vez, no haya impunidad.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.