* El mexicano sigue sumando minutos en el Viejo Continente

MARCA

Llegar al viejo continente podría ser el mayor éxito en la carrera de un futbolista mexicano. Son pocos los que tienen la posibilidad de llegar al mejor fútbol del mundo, pero son aún más pocos los que pueden mantenerse y triunfar por esas tierras.

El caso de Gerado Arteaga y su regularidad en el Genk de Bélgica, tiene una historia detrás que muy pocos conocen y es digna de admirar.

Fue en verano del 2020 que el lateral nacido en Zapopan firmó contrato con el Genk de la Jupiler League y comenzó a ‘vivir’ el sueño europeo. Y es que lo que pudiera parecer un cuento de hadas no puede estar más lejos de la realidad.

Con la pandemia ya comenzada y nuestro país formando parte de la lista roja de Bélgica, la aventura en el viejo continente para Arteaga arrancó en completa soledad. Nuevo idioma, clima extremo, cultura ‘fría’ (muy alejada del calor del pueblo mexicano) y nula compañía debido a las restricciones de su nuevo país. No es precisamente el entorno más agradable para comenzar una nueva vida.

Entrenar, regresar a casa y esperar a que pasaran las horas para que el uso horario de México le permitiera platicar con su pareja y familiares. Así transcurrieron los días, las semanas y los meses. La pandemia no cesaba, los protocolos y restricciones se intensificaban, y los minutos con su equipo no llegaban. ¿Realmente valía la pena?-se preguntaba.

Es verdad que la vida del futbolista siempre estará relacionada con la fama, el dinero, los lujos. Pero pocas veces se conoce el lado obscuro; ese que los hace incluso más vulnerables a cualquier otro ser humano.

Se acabó el 2020 y la compañía nunca llegó. Navidad, año nuevo, cumpleaños… todo en completa soledad. Lejos de su familia y su gente querida. Fue hasta Febrero del 2021 que finalmente pudo recibir visitas, aunque solo por unos días, para después regresar a la misma rutina.

Fueron meses muy complicados para el futbolista mexicano, quien supo sobreponerse a todo estos factores para hoy convertirse en titular indiscutible y ahora egresar a selección nacional tras sus buenas actuaciones.

Triunfar en Europa no es para todos, y la breve historia de Gerardo Arteaga nos deja claro que el mayor reto, más allá del futbolístico, se encuentra en el aspecto personal. Casos como el de Edson Álvarez y Erick Gutiérrez son muy similares y son dignos de valorarse, pues mientras de ese lado luchaban y peleaban ante distintas adversidades, de este lado solo recibían críticas y ataques por no rendir con sus equipos. ¡Vaya motivación!