Esta dupla de priistas le está hundiendo el ultimo clavo al ataúd del tricolor. 

Los dos no tienen llenadera. 

Son mezquinos y lo que le sigue. 

Les vale madre el instituto político que les ha dado de comer, y muy bien, por varios años. 

Le cuento. 

Tras las derrotas electorales del 2018 y del pasado 6 de junio del 2021 en que se registra la pérdida real de más de 500 mil votos, quedándose el PRI en Veracruz con una reserva de 462 mil 424 sufragios, se suma la quiebra técnica y suspensión de pagos para todo el personal que ahí labora.  

Su dirigencia, mas no liderazgo, encabezada por Marlon Ramírez y su grupo político en donde brota la mano del mexiquense Jorge Carvallo, en tan solo veinticuatro meses saqueo las prerrogativas presupuestales por la vía de salarios altos, aviadores, viáticos y viajes al extranjero y por lo que se ve, en otras palabras, le partió la madre al PRI veracruzano. 

Todo con costo al presupuesto anual de más de 42 millones de pesos. 

De igual forma enmarcado en una abierta confrontación con el peroteño, José Francisco Yunes Zorrilla, al cual sus conocidos le llaman “Huevos Tibios”, cuando Marlon pretendió agredirlo a golpes en la víspera electoral del seis de junio pasado en conocido restaurante del puerto Veracruz, tras agria discusión.  

La ruptura se extendió con la dirigencia nacional del PRI que regentea Alejandro Moreno, quien luego del fracaso electoral del 6 de junio le pidió dejar la dirigencia estatal del tricolor y concentrase en las tareas legislativas a lo que el jarocho le respondió que en el momento que él hiciera lo mismo abandonaría la plaza priista veracruzana.  

No totol, el entenado político de Yunes Linares se le paró de manos al campechano. 

Por eso hoy muy bien vale la pena asomarse a lo que queda de ese instituto político en donde ya mismo se está gestando una revuelta interna en demanda de que Ramírez Marín deje el partido no sin antes ser auditado y llamados a cuenta a todos los de la cofradía del denominado “Grupo Elite».

Al saldo priista, mismo que se ubica en pleno declive, se suma el recorte al 50% de sus prerrogativas y disponer a partir de enero de este año de 21 millones 708 mil pesos anuales de los cuales el 87% corresponde a nómina y para cubrir los altos salarios de grupo de 68 aviadores y grupo de élite que se despachan con la cuchara grande que desde la llegada del porteño.  

Así, al arranque del 2022, las expectativas de posicionamiento  y alianzas partidistas se ven menguadas con una reserva electoral disminuida –MC y PRD, tienen más seguidores-, una representación nula en Congreso del estado ya que Marlon y Arianna se quedaron con lo que quedaba del pastel al tomar las dos únicas plurinominales, y una diputación federal, la de “ Huevos Tibios”, perdón, la de Pepe Yunes, que no quiere saber nada de esa dirigencia partidista y ha recibido incluso invitación formal de Dante Delgado para incorporarse a Movimiento Ciudadano, para que encabece la candidatura rumbo al 2024, cortesía que está pensando seriamente y la cual, según sus domésticos, la habrá de aceptar.  

Por lo que refiere a la ex alcaldesa de San Andrés Tlalnelhuayocan, ese pobre municipio que está hundido en la miseria y la penumbra, gracias a los Ángeles Aguirre, vea sino se despacha a lo grande, nada de chingaderas. 

Los que saben aseguran que su cuñada, esposa de su hermano Alain, Liliana Villa Zarate, se embolsa una mesada cercana a los quince mil pesos. 

Lucero Gómez S. quien hace las veces de su fotógrafa, recibe la friolera cantidad de diez mil pesitos cada treinta días. 

María Victoria Ceballos y Diana Castillo, ambas, a decir de los cercanos de Arianna le cuidan a sus pequeños, recaudan diez mil 500 pesos mensuales cada una. 

Lo curioso es que desde que la ex alcaldesa asiste como figura decorativa al congreso veracruzano, las puertas de su oficina, la secretaria general del tricolor, permanecen cerradas, la humedad y el abandono carcomen ese espacio. 

Lo cierto es que la única victoriosa es la hoy representante popular, ya que la curul que hoy exhibe le fue regalada, no tuvo la necesidad de despeinarse para lograrla. Sus malquerientes señalan que en tiempos de campaña le dio prioridad a los preparativos para su boda. 

Otro de los beneficiados fue su esposo, el actual regidor de Emiliano Zapata, un tal Gustavo Landa Cabrera, edil que sin mayor esfuerzo ya presume su cargo. 

Excelentes regalitos para Arianna y su pandilla. 

¿Y la militancia? Esos priistas que han dejado la zalea en el alambre por el tricolor ¿Qué les tocó?  

Las bases priistas demandan con urgencia una auditoría a la dirigencia estatal de su partido, el cual, de seguir así, en breve, tendrá que cerrar sus puertas después de haber llevado la supremacía electoral por más de ocho décadas. Y claro después de haberles matado el hambre a cientos de veracruzanos, ejemplos sobran. 

Por supuesto que sí. 

Bola de malagradecidos.