Nadie sabe si el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, optó por hacer mutis para no responder a los duros cuestionamientos que le hicieron en su estado tras abandonar el poder estatal durante 17 días o de plano no regresó de sus largas vacaciones —como estaba previsto en el cuestionado oficio que se publicó en el periódico oficial estatal— por Río de Janeiro para recibir el año. El caso es que, nos dicen, nadie lo vio por Palacio de Gobierno. Mientras tanto, el juez federal Gabriel Domínguez y su hijo fueron víctimas de la delincuencia, que se ha disparado en la entidad, luego de que al menos dos hombres intentaron despojarlos del vehículo en el que viajaban y les provocaron heridas con arma de fuego y arma blanca. ¿Qué tendrá que suceder para que el góber decida que la entidad es más importante que sus fugas de ocio?, se preguntan los morelenses. Expone «Rozones» de La Razón de México.