Qué triste que, a 27 años de la trágica muerte de Luis Donaldo Colosio Murrieta, no lo dejen descansar y los cóndores ahora desgarren vestiduras por utilizar como marca a su hijo. 

Nada nuevo se descubre al decir que hay un Colosio antes de ser asesinado y hay otro después de su muerte, pero cuando se habla del nativo de Magdalena de las Salinas, Sonora, se pretende mostrar una imagen de un hombre desgajado del salinismo, cuando es su producto más puro. Luis Donaldo Colosio Murrieta, fue candidato a la presidencia de la República, porque era el más comprometido con el modelo neoliberal y con Salinas mismo. Cada palabra de Colosio era palomeada por su benefactor, como siempre se hizo.

Echeverría, cuando entró a la Universidad Nicolaíta, siendo candidato, por poco le retiran la aspiración, porque Díaz Ordaz, no quería nada con los estudiantes. Si Colosio hubiera dado una señal de que se distanciaba del proyecto de su Jefe, lo bajan como Candidato, pues semanas antes había salido a decir, de manera muy airosa, el presidente Salinas, que no se hicieran bolas, que el candidato era Colosio ¿saben por qué? porque Colosio, era un jilguero, pero gris, no levantaba.

Y ahora el jumento de José Luis Salas Torres, increpa a su homólogo Alejandro Moreno, presidente del PRI, que el tricolor quiere matar dos veces a Colosio, pues si este pedestre está convencido de ello, porque entonces no renunció a ese partido. Salas Torres nunca pasó de ser un mozo de espadas de Amadeo Flores Espinoza. No olvidamos que este nefasto personaje fue parte de la servidumbre de Javier Duarte. 

Sobra decir que a quienes hemos seguido de cerca el andar político de Dante Delgado Rannauro, no nos sorprende que como parte del trabajo de esquirol que le hace a Andrés Manuel López Obrador, quiera construir, con el hijo de Luis Donaldo Colosio Murrieta, un candidato de una oposición a modo de Morena, para ir centrando la contienda entre el candidato de elite regiomontana-Movimiento Ciudadano y Morena, y así dejar fuera de la disputa real a la coalición Va por México. Con ello Dante gana la presidencia o gana dinero o gana las dos cosas, pero perder nunca. 

Con Colosito ¿Quién ganaría? Dante y las cúpulas empresariales regiomontanas, que son las más recalcitrantes. Tienen el visto bueno de AMLO, ya que el dueño de “La Chingada” está seguro de ganar, porque de esa manera divide a la oposición y el voto anti morena se fragmenta. 

Existe dos motivos por los cuales los grupos patronales, le gante del dinero, apoyan la candidatura de Colosito; primero, porque están conscientes que su proyecto es el proyecto de Salinas y, segundo, porque lo consideran un escueto títere que habrán de manejar al antojo del gran capital ¿y el pueblo? ese que se joda por andar creyendo en mitos, como ya lo dijo la destacada periodista Beatriz Pagés.  

No es con mitos, como el de Colosito, como será posible detener la destrucción que realiza Morena, sino con una agenda social y de libertades. 

Claro que sí. 

Provecho.