La violencia y la corrupción siguen imperando en México: Arquidiócesis de Xalapa

• La pobreza de más de 30 millones de mexicanos, la falta de medicamentos y equipos médicos son indicativos de que no se cumple con la misión de servir
Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., 4 de mayo de 2025.– La violencia que persiste en muchas regiones del país, la corrupción en diversas estructuras del Estado, la pobreza que afecta a más de 30 millones de mexicanos y la escasez de medicamentos y equipos médicos en hospitales públicos son reflejo de una falta de compromiso ciudadano con la misión de servir al prójimo y al país.
Así lo expresó la Arquidiócesis de Xalapa a través de su comunicado dominical, emitido por la Oficina de Comunicación Social, en el que se exhorta a los ciudadanos a asumir una acción transformadora como una tarea humana y un don divino para alcanzar la paz y la justicia.
El texto, firmado por el presbítero Juan Beristaín de los Santos, advierte que las problemáticas que enfrenta México no podrán resolverse sin la participación activa de todos los ciudadanos ni sin la promoción de la dignidad humana.
“El querer resolver los males de nuestra sociedad sin involucrar a cada mexicano y sin promover el respeto por la dignidad de cada persona solo llevará a falsas y engañosas promesas de desarrollo”, señala el comunicado.
Asimismo, se hace un llamado a que autoridades y sociedad caminen juntos hacia la construcción de un país más justo y solidario. “Caminar solos y divididos es un signo negativo que impedirá que México y Veracruz superen las problemáticas que lastiman a cada ciudadano”, subraya.
La Arquidiócesis enfatiza que “la justicia y la paz son un don divino, pero también una tarea imperante y exigente para todos los ciudadanos mexicanos”.
El mensaje también aborda el pasaje bíblico de San Juan (Jn 21, 1-19), donde Jesucristo resucitado confía a Pedro una acción concreta que lleva a una pesca abundante, como símbolo de la acción evangelizadora de la Iglesia.
“Lograr que las estructuras económicas, políticas, sociales y culturales se inspiren en la vida nueva de Cristo para el bien común y el cuidado del universo es la misión permanente de la Iglesia”, agrega el comunicado.
Finalmente, se recalca que esta transformación no depende únicamente de lo divino, sino también del compromiso cotidiano de cada ciudadano por construir condiciones de justicia, paz y desarrollo integral.