Este fin de semana estalló el escándalo del abogado del narcotraficante Ismael El Mayo Zambada, Juan Pablo Penilla, a quien la Cámara de Diputados le entregó un reconocimiento como “embajador internacional de la paz” en julio de 2023. Primero, panistas y morenistas chocaron para acusarse quién solicitó la entrega del reconocimiento al abogado del capo sinaloense en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Lo que es una realidad, nos hacen ver, es que la Cámara de Diputados es una instancia que Legislatura tras Legislatura entrega reconocimientos a cientos de personas y que muchos de estos son solicitados por los propios diputados cuando están en la plenitud del poder. Al parecer, nadie revisa o comprueba las trayectorias de los “galardonados” y basta con la simple petición de un diputado. EL UNIVERSAL le reveló en mayo de 2019, que un grupo de, al menos, 35 diputados, principalmente de Movimiento Ciudadano, promovió y entregó dos reconocimientos al entonces líder de la Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, hoy preso en Estados Unidos condenado por el delito de abuso sexual. Este diario reveló que ambos reconocimientos fueron pagados por los propios diputados y no pidieron autorización a la Cámara para su emisión y entrega. Uno de ellos le costó 7 mil pesos al entonces perredista Emmanuel Reyes Carmona, hoy senador de la República por Morena. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.
El riesgo de los premios patito que entregan en el Congreso
