El que reapareció ayer en el patio del Senado fue Miguel Ángel Yunes Linares, al lado de su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, de quien es suplente, y del coordinador de Morena, Adán Augusto López. La animada plática entre los tres ocurrió poco antes de que la bancada morenista anunciara que quitó a Cuauhtémoc Ochoa de la codiciada presidencia de la Comisión de Hacienda para dársela a Yunes Márquez. El movimiento ocurrió unos días después de la fallida iniciativa de reforma de cobranza delegada, que don Cuauhtémoc pretendía dictaminar en dicha comisión, hasta que desde Palacio Nacional salió la orden de desecharla. Así que, de la mano de don Adán Augusto, parece que los Yunes no lloran, los Yunes facturan. Publica «Bajo Reserva» de El Universal