El 2024 dejó a Colima tambaleante bajo el mando de Indira Vizcaíno. La violencia sigue siendo el huésped permanente del estado, con el narcotráfico asentado a sus anchas en el puerto de Manzanillo, cuya presidenta municipal es Griselda Martínez Martínez, pese a incautaciones récord, no se frena el flujo criminal. En lo financiero, el manejo de la deuda pública es una bomba de tiempo, pues los financiamientos a corto plazo pintan más como improvisaciones que como soluciones. Mientras tanto, la tensión con el Congreso local deja al gobierno atrapado en su propia burbuja, incapaz de construir consensos. En resumen, Vizcaíno Silva es un absoluto fracaso. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.