* “La situación es insostenible. Capufe no ha dado una fecha para la reapertura de la carretera y nuestras estimaciones indican que podrían pasar hasta seis meses para que quede liberada”: José Gilibert Peña
Manuela V. Carmona/ corresponsal en Orizaba y municipios de las Altas Montañas
Orizaba, Ver., 09 de noviembre del 2024.- El cierre de la autopista 150D Orizaba-Puebla a causa de un derrumbe, ocurrido el pasado 26 de octubre, ha generado pérdidas de hasta más de 100 millones de pesos al sector transportista y un caos vial sin precedentes en la región, denunció José Gilibert Peña, delegado de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) en la zona.
En entrevista, detalló que estas pérdidas son el reflejo de los retrasos en las entregas, el incremento en los costos operativos y los constantes asaltos que se registran en las rutas alternas. “La situación es insostenible. Capufe no ha dado una fecha para la reapertura de la carretera y nuestras estimaciones indican que podrían pasar hasta seis meses para que quede liberada. Esto es inaceptable.”
Ante la inacción de las autoridades, los transportistas han visto afectada su actividad, ya que las vías alternas como Acultzingo y Perote no cuentan con la infraestructura necesaria para soportar el flujo vehicular de más de 33 mil unidades que circulan diariamente por la zona.
“Las colas de vehículos se extienden por kilómetros, llegando hasta La Tinaja. Los conductores enfrentan jornadas extenuantes, lo que aumenta el riesgo de accidentes y pone en peligro sus vidas”, señaló.
El delegado de la Canacar hizo un llamado urgente a las autoridades federales para que agilicen los trabajos de remoción de escombros y rehabilitación de la carretera. Propuso la implementación del Plan DN-III y la contratación de más maquinaria pesada para trabajar las 24 horas del día. “Los transportistas estamos dispuestos a colaborar y aportar soluciones. Hemos utilizado drones para evaluar la situación y hemos contratado a expertos en la materia. Sin embargo, las autoridades se muestran reticentes a compartir información y a tomar medidas concretas”, lamentó.
Finalmente, Gilibert Peña confió en que el nuevo gobierno federal atienda esta problemática y trabaje de manera coordinada con el sector transportista para encontrar una solución a corto plazo.