Como si algo faltara, ahora a la crisis de violencia que azota a la zona centro de Sinaloa —que ya ha dejado más de un centenar de muertos— se sumó una ola de ataques a comercios, que incluyen cristalazos y saqueos. Ya se han registrado al menos 35 agresiones en los últimos días, según denunció el dirigente de comerciantes de Culiacán, Óscar Sánchez. Quienes saben de esto aseguran que estas conductas vandálicas son otra forma de violencia, que difícilmente se podría atribuir a los grupos delictivos que mantienen una pugna —ésta por el control de un cártel de la droga—. Los saqueos a comercios pudieran más bien ser reflejo de la anarquía que priva en la entidad, en donde la ausencia de autoridad invita a ciertos sectores de la sociedad a atacar negocios, con la intención de obtener algún bien de manera sencilla. Es por ahora un síntoma que, si no se atiende de manera adecuada, se puede convertir en parte de una enfermedad a la que no se le ve cura en el corto plazo. Pendientes. | Se lee en “Rozones” de La Razón.