Lizbeth Paola Sampieri

Xalapa, Ver., 12 de febrero de 2024.- En la capital veracruzana existió un personaje que marcó a los xalapeños con sus buenas obras y sus grandes valores.

Juan Herrera Vázquez nació en el año 1919, los que lo llegaron a conocer dicen que heredó la personalidad de su padre, un hombre honrado, honesto y trabajador, cuando falleció en el año 1989, fue una persona tan importante que su cara es un emblema en la ciudad de Xalapa.

A Vázquez Herrera le gustaba mucho la música clásica y se volvió amigo de varios integrantes de la Sinfónica de Xalapa, cuando él dejó este mundo, la agrupación mencionada hizo un homenaje en su nombre.

Muchos dicen que era una persona con complexión grande de estatura aproximadamente de 2 metros y que llegó a pesar 100 kg, debido a eso le era fácil transportar muebles pesados de un lugar a otro, cabe recalcar que en esa época las calles no estaban pavimentadas, eran veredas.

Acudía todos los viernes al Teatro del Estado a escuchar música clásica, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Xalapa, los miembros del grupo le tenían ya aprecio y le daban un pase de cortesía en uno de los lugares más cercanos al escenario.

Sin dejar pasar que él también creía en la buena suerte y su número favorito era el 13, no le gustaba seguir malos ejemplos y procuraba realizar buenas acciones, la mayoría de veces estaba sentado en la calle Enríquez en dónde ahora se encuentra su retrato en la pared en su ya emblemática placa.

Juan Herrera Vázquez (Xalapa, Veracruz 28 de marzo de 1919 – 22 de febrero de 1989) mejor conocido como «Juanote».