De nueva cuenta queda demostrado que el Sol Azteca ya no calienta, es un partido que está a punto de pasar a ser un mero membrete. Por lo mientras su principal virtud es ser un partido bisagra.

En días pasados se dio a conocer que los dos perredistas que aspiraban a la candidatura del Frente Amplio por México, Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles, fueron descartados, no pasan a la siguiente ronda. Ambos «no cumplieron» con los requisitos, de allí su eliminación. Se habla de «irregularidades» en eso de las firmas, ese es el argumento.

Lo anterior fue motivo más que suficiente para que la dirigencia nacional se encaprichara y se saliera de la jugada, claro, disimulando la acción, estableciendo «una pausa».

Por favor.

De abandonar en forma definitiva el Frente la pregunta es, ¿Quién le va alzar la mano al dirigente nacional priista?

Lo que se logra apreciar es que el dirigente nacional perredista, Jesús Zambrano no ha podido meter orden en las tribus perredistas, los grupos lo han ignorado, le cortan la vuelta.
Lo realmente cierto, es que el  Sol Azteca está habido de sufragios, la prioridad para los perredistas es conservar el registro, por que, como deciamos al inicio, el PRD está a punto de pasar a ser sólo un membrete, poco falta para su extinción.
La crisis en la que se encuentra sumergido el partido es innegable, hacia el interior de dicho negocio la lucha por el poder es encarnizada.
Y para rematar, en un arranque de locura, el exgobernador de Michoacán le pide a sus dirigente nacional que vayan  solos en la contienda electoral del año venidero.
Nada más irreverente que lo anterior.
Aquí se logra ver que el partido les vale madre. ¿O caso cree usted que el Sol Azteca tenga los suficientes sufragios para salir victorioso? Le atinó, no.
Lo grave del asunto es que en varios estados éste instituto político puede perder el registro, ya que, para acabar pronto, no es capaz de sacar a votar ni a sus propios militantes. Veracruz es el ejemplo más fehaciente. En la entidad veracruzana el negocio lo regentea un expriista, un personaje al que se le conoce más  por sus averías hormonales que por su labor partidista. El comediante ese, metido a dirigente, más no líder, lo atribulan sus instintos descoyuntados, un sujeto que no tiene juicio ante el género femenino.
Los que le conocen aseguran que siempre ha presumido de eso, enseñanzas que, se dice, iniciaron cuando era mozo de estoques de Nemesio Domínguez en el DIF estatal. Cuando iba por las tortas y los refrescos del entonces director. Sus compañeros de partido se preguntan ¿nada más eso aprendería? Vaya usted a saber.
Pobre PRD.
El tema estatal lo detallaremos en otra entrega, tela hay de donde cortar. Pero ya se vislumbra que, al igual que al ex gobernador de Michoacan, el partido le vale madre.
Provechito.