Una vez que a nivel global y nacional se dio por terminada la emergencia sanitaria por la COVID, llegó la hora de las evaluaciones.

Es momento de que el Sector Salud sea sometido a un riguroso escrutinio por su desempeño durante la pandemia, para rescatar las cosas buenas, las malas y las inadmisibles.

Como un examen supone una carga política extrema, la Organización Panamericana de la Salud plantea que se haga una evaluación externa, de alguien que no esté contaminado con los jaloneos políticos que abruman.

Es una exigencia compartida conocer, por principio de cuentas, el número real de víctimas fatales que dejó la pandemia y considerar cuántos de los compatriotas muertos pudieron salvarse con acciones sanitarias distintas, o más oportunas.

El gobierno federal se tardó en tomar en serio la pandemia. Fue torpe en la instrumentación de medidas que resultaron estratégicas, como el uso de cubrebocas que el propio presidente se resistió a usar dando un mal ejemplo.

La pregunta es ¿aceptará el gobierno una auditoría externa o se limitará a echarse porras a sí mismo?   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.