Manuela V. Carmona 

Orizaba, Ver., 07 de abril del 2023.– Con oraciones por los problemas que enfrentan los jóvenes, este Viernes Santo se llevó a cabo el Viacrucis de la Diócesis de Orizaba, encabezado por el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino.

Fue en punto de las 10:00 horas, que en la rectoria de Nuestra Señora del Carmen se dieron cita cientos de feligreses para iniciar con la primera estación, en donde se destacó que esta celebración religiosa es para pedir por los problemas que enfrentan los jóvenes, entre los que destacaron las drogas, vicios, violencia, desaparición, la migración, por quienes a pesar de un mundo convulsionado defienden su fe.

La procesión encabezada por el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino y acompañados por jóvenes que participaron portaron cartulinas con las peticiones en favor de este sector, recorrió las tres rectorias que dependen de la Catedral San Miguel Arcángel; Nuestra Señora del Carmen, Santa María de los Servitas y Nuestro Señor del Calvario.

En entrevista expuso que estos problemas se ha n introducido como plagas de este mundo y eso impiden el desarrollo de la sociedad, entre los que destacan: la corrupción, impunidad, falta de respeto a la vida, entre algunas otras situaciones dolorosas que se han ido validando como forma de vida en el actuar de cada día.

«Todos los viacrucis tratan de caminar en la reflexión de la muerte de nuestro gran Dios y maestro Jesús, quien es nuestro salvador y las intenciones van entre otras con la opción de nuestra Diócesis, que en este caso son jóvenes y adolescentes, pero también como lo escuchamos en la primera estación, en el compromiso que tenemos los creyentes de trabajar por la reconstrucción del tejido social».

Dijiste que el mensaje del viacrucis siempre será la entrega de Jesús al proyecto del padre Dios, es decir instalar la relación con los humanos, aunque lamentablemente el Evangelio no ha permeado para cambiar todos los corazones.

«Nos preocupa toda la limitación que tenemos hacia el futuro, toda la limitación de la frustración de las esperanzas de los jóvenes y de la sociedad, nos preocupa que el Evangelio no ha incidido en el corazón que no llega a tocar muchas veces la conciencia para construir un mundo más justo y más fraterno».

Finalmente pidió no olvidar que la mayor expresión de amor que Cristo tuvo por las personas, fue a morir en la cruz y la resurrección, pues con ello la fe no es vana,.por lo que dijo anhela que Jesús toque el corazón de las familias de la sociedad y que llene de ilusión el futuro y el presente de la juventud.